Picosure es un láser que aprovecha la tecnología de picosegundos para eliminar tatuajes de una manera eficiente, segura y en menos sesiones que con otras técnicas anteriores.
El láser Picosure basa su eficiacia en sus pulsos extremadamente cortos, más eficaces contra la tinta de casi todos los colores de los tatuajes que deseamos eliminar.
El tratamiento de Picosure en IML emite un pulso en picosegundos (un picosegundo es un millón de veces más corto que un segundo).
Al producir un incremento tan brusco de la temperatura, los pigmentos estallan en diminutas partículas que el organismo puede metabolizar por sí mismo fácilmente.
Picosure permite una eliminación de los tatuajes eficaz y utilizando la mitad de energía que otro tipo de láser. Así se trabaja con más respeto por la piel.
El aclaramiento de tatuajes con Picosure se consigue con la mitad de sesiones con menos sesiones porque cada sesión es más eficaz. Así alcanzamos los objetivos del tratamiento mucho antes.
Es incluso efectivo con los tatuajes recalcitrantes, que son resistentes al láser utilizado en tratamientos anteriores.
Picosure es especialmente eficaz con partículas de tinta más pequeñas, que resultan más complejas de eliminar con otro tipo de láser.
También supone una mejora de eficacia en la eliminación de pigmentos azul claro y verde claro.
Sí. En la gran mayoría de los casos, gracias a nuestra tecnología láser de última generación, se pueden eliminar tatuajes de todos los colores. Lo habitual en el caso de los tatuajes de tinta negra es que el borrado de tatuajes sea total; mientras que en los tatuajes de color, dependiendo de sus componentes, la eliminación sea parcial, sin llegar a quitarse del todo.
Los resultados son visibles desde la primera sesión, pero normalmente deberás esperar entre 20 y 25 días para apreciarlos, ya que el sistema linfático necesita tiempo para eliminar las partículas de tinta.
Como en cualquier tratamiento, el dolor es relativo y personal.
No obstante, puedes aplicar una crema anestésica en la zona a tratar con el fin de minimizar al máximo la pequeña molestia que se puede notar en la piel, así garantizamos que el dolor en el borrado de tatuajes sea casi imperceptible.
Antes de nada debemos comprender que el láser hace una incisión en la piel que tendrá que cicatrizar adecuadamente. Para esto es importante que sigáis las recomendaciones que te facilitaremos en el centro.
El periodo de espera entre sesión y sesión es de 4 a 6 semanas. Se garantiza así la recuperación de la piel para tener un tratamiento seguro y efectivo.
El láser no puede ser aplicado a personas que no tengan la piel en óptimas condiciones o estén bajo medicación fotosensibilizante. No está indicado por precaución, para personas embarazadas o en época lactante, o aquellas que sufran enfermedad cancerosa o infecciosa, entre otras, o exposición solar reciente.
Ante todo, lo más importante a tener en cuenta es que después de la sesión el tatuaje esté limpio y protegido.
Evitar el sudor, el roce, el deporte y la exposición al sol durante los siguientes siete días son algunas de las recomendaciones que os haremos.
Evitar la exposición al sol o rayos UVA, en la zona tratada, durante los 15 días antes y después de cada sesión. Igualmente, durante todo el proceso de eliminación de tatuaje es importante aplicar crema solar de protección alta.
Nuestra recomendación es esperar 6 meses después de haberte hecho el tatuaje. Será entonces cuando la tinta y la piel estarán preparadas para iniciar la eliminación del mismo sin ningún problema.
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